La piel se desprende
La diabetes puede afectar a muchas partes del cuerpo, incluida la piel. Cuando la diabetes afecta a la piel, suele ser un signo de que los niveles de azúcar (glucosa) en sangre son demasiado altos. Esto puede significar que: Si nota alguno de los siguientes signos de advertencia en su piel, es hora de hablar con su médico.1. Manchas amarillas, rojizas o marrones en la piel
Esta afección cutánea suele comenzar como pequeñas protuberancias sólidas y elevadas que parecen granos. A medida que avanza, estas protuberancias se convierten en parches de piel hinchada y dura. Los parches pueden ser amarillos, rojizos o marrones.
2. Una mancha (o banda) oscura de piel aterciopelada en la nuca, la axila, la ingle o cualquier otra parte podría significar que tiene demasiada insulina en la sangre. Esto suele ser un signo de prediabetes.
3. En las manos, notará que la piel del dorso de las manos está tensa y cerosa. Los dedos pueden volverse rígidos y difíciles de mover. Si la diabetes ha estado mal controlada durante años, se puede sentir como si tuviera piedras en las yemas de los dedos.
Queratolisis exfoliativa
Se sabe que la cirrosis hepática, las infecciones por el virus de la hepatitis C (VHC) y el virus de la hepatitis B (VHB) se asocian a diferentes trastornos de la piel. Los cambios en las uñas son un criterio adicional importante, que ayudaría a identificar estas enfermedades sistémicas.
En el estudio participaron 100 pacientes con VHC, VHB e insuficiencia hepática, y 100 controles sanos normales. En ambos grupos se realizó una anamnesis completa y un examen general exhaustivo, un cuadro hemático completo, antígeno de la hepatitis B, anticuerpos de la hepatitis C, pruebas de función hepática, ecografía abdominal y PCR en los pacientes con enfermedad hepática. Se realizó un examen completo de las uñas.
Las alteraciones ungueales eran más frecuentes en el grupo de pacientes (68%) que en el grupo de control (35%). La infección de las uñas, la onicomicosis, fue el hallazgo más común en el 18% de los pacientes y el de los controles fue del 10%, seguido, en orden descendente, de las estrías longitudinales, las uñas quebradizas, la onicorrexis, los palos en los dedos, las uñas distróficas, la leuconiquia y la melanoniquia longitudinal.
Eczema dishidrótico
Las uñas ayudan a proteger los extremos de los dedos de las manos y de los pies, y permiten que los dedos realicen actividades como rascarse o coger cosas. Normalmente, las uñas están presentes en cada dedo de la mano y del pie. Están formadas por la lámina ungueal (la parte más dura de la uña y la que se puede ver) y el tejido que se encuentra debajo de la lámina ungueal.
Las uñas reciben sangre y nutrientes del cuerpo. Están unidas al cuerpo por el lecho ungueal, que es una especie de raíz y recibe nutrientes para mantener las uñas sanas y permitir que se formen y crezcan nuevas células ungueales. A medida que crecen, las células más nuevas empujan a las más viejas. Las células más viejas son empujadas hacia delante y se vuelven más planas y duras, lo que forma la placa de la uña. La placa de la uña no tiene células vivas, por lo que las uñas se pueden cortar sin dolor.
Dependiendo de la causa de los cambios en las uñas, puedes notar cambios en su aspecto, tacto y funcionamiento. También puede notar cambios en el tejido que rodea o está debajo de las uñas. Algunos cambios comunes en las uñas son
Quimioterapia como bleomicina, capecitabina, ciclofosfamida, dacarbazina, danorubicina, doxorrubicina, idarubicina, melfalán, metotrexato Terapia dirigida como inhibidores del EGFR (erlotinib, gefitinib) y anticuerpos monoclonales ( cetuximab, panitumumab),
Descamación palmar
El síndrome de descamación acral es un trastorno cutáneo caracterizado por la descamación indolora de la capa superior de la piel. El término “acral” hace referencia al hecho de que la descamación de la piel en esta enfermedad es más evidente en las manos y los pies. Ocasionalmente, la descamación también se produce en los brazos y las piernas. La descamación suele ser evidente desde el nacimiento, aunque también puede comenzar en la infancia o en etapas posteriores de la vida. La descamación de la piel empeora con la exposición al calor, la humedad y otras formas de humedad, y la fricción. La piel subyacente puede enrojecerse y picar temporalmente, pero suele curarse sin dejar cicatrices. El síndrome de la piel acral no está asociado a ningún otro problema de salud.
El síndrome de la piel acral es una enfermedad rara, con varias docenas de casos registrados en la literatura médica. Sin embargo, dado que sus signos y síntomas tienden a ser leves y similares a los de otros trastornos de la piel, es probable que esta afección esté infradiagnosticada.
El síndrome de la piel acral se debe a mutaciones en el gen TGM5. Este gen proporciona instrucciones para fabricar una enzima llamada transglutaminasa 5, que es un componente de la capa externa de la piel (la epidermis). La transglutaminasa 5 desempeña un papel fundamental en la formación de una estructura denominada envoltura celular cornificada, que rodea a las células epidérmicas y ayuda a la piel a formar una barrera protectora entre el cuerpo y su entorno.Las mutaciones del gen TGM5 reducen la producción de transglutaminasa 5 o impiden que las células produzcan esta proteína. La escasez de transglutaminasa 5 debilita la envoltura celular cornificada, lo que permite que las células más externas de la epidermis se separen fácilmente de la piel subyacente y se desprendan. Esta descamación es más notable en las manos y los pies, probablemente porque esas zonas suelen estar muy expuestas a la humedad y la fricción.