Rotura de fémur en la tercera edad
Una fractura es un hueso roto. Las fracturas del fémur que se producen justo por encima de la articulación de la rodilla se denominan fracturas distales del fémur. El fémur distal es el lugar donde el hueso se ensancha como un embudo al revés.
Las fracturas distales de fémur se producen con mayor frecuencia en personas mayores cuyos huesos son débiles, o en personas más jóvenes que sufren lesiones de alta energía, como las producidas por un accidente de tráfico. Tanto en los ancianos como en los jóvenes, las roturas pueden extenderse hasta la articulación de la rodilla y romper el hueso en muchos pedazos.
La rodilla es la articulación que más peso soporta del cuerpo. El fémur distal constituye la parte superior de la articulación de la rodilla. La parte superior de la espinilla (tibia) sostiene la parte inferior de la articulación de la rodilla.
Las fracturas del fémur distal varían. El hueso puede romperse en línea recta (fractura transversal) o en muchos trozos (fractura conminuta). A veces, estas fracturas se extienden hasta la articulación de la rodilla y separan la superficie del hueso en algunas (o muchas) partes. Este tipo de fracturas se denominan intraarticulares. Como dañan la superficie del cartílago del hueso, las fracturas intraarticulares pueden ser más difíciles de tratar.
Fractura de fémur
Este artículo fue revisado médicamente por Janice Litza, MD. La Dra. Litza es una médico de medicina familiar certificada en Wisconsin. Es médico en ejercicio y enseñó como profesora clínica durante 13 años, después de recibir su doctorado en la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin-Madison en 1998.
Una fractura de fémur puede ser un suceso extremadamente doloroso e inconveniente. Si se ha roto el fémur, hay algunas cosas que puede hacer para encaminarse hacia la recuperación, empezando por la cirugía. Los estudios demuestran que, una vez realizada la intervención quirúrgica, se puede controlar el dolor con medicación, asegurar una curación adecuada en casa, rehabilitar la pierna con fisioterapia y prevenir futuras lesiones[2].
Este artículo fue revisado médicamente por Janice Litza, MD. La Dra. Litza es una médica de medicina familiar certificada en Wisconsin. Es médico en ejercicio y enseñó como profesora clínica durante 13 años, después de recibir su doctorado en la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin-Madison en 1998. Este artículo ha sido visto 128.458 veces.
2 semanas después de la fractura de fémur
Dormir después de una intervención quirúrgica en una articulación puede ser difícil. Sin embargo, es más importante que nunca dormir lo suficiente para ayudar a su cuerpo a sanar. Al fin y al cabo, su cuerpo se está adaptando a un cambio importante. He aquí algunas ideas para ayudarle a dormir después de una operación de articulación.
El malestar y el dolor son la razón por la que la mayoría de los pacientes tienen dificultades para conciliar el sueño y permanecer dormidos después de la cirugía. En consecuencia, muchos de nosotros nos movemos para intentar estar cómodos. Esto puede no ser el enfoque más útil para dormir después de la cirugía de reemplazo de articulaciones.
Manténgase en el camino de la recuperación durmiendo lo mejor posible. Si sigue teniendo problemas para dormir, hable con su médico. Algunos medicamentos inhiben el sueño, pero tomar su analgésico una hora antes de acostarse reducirá el dolor por la noche y restaurará su ciclo de sueño.
Ejercicios de recuperación de fracturas de fémur
Se estudió el efecto del reposo en cama continuo de 1 semana durante la tracción sobre el metabolismo óseo en pacientes con fractura de cuello de fémur. La desmineralización ósea se evaluó midiendo el calcio (Ca), el fósforo (P) y la fosfatasa alcalina (AlkP) en suero antes, durante y después de 1 semana de reposo en cama con tracción esquelética. Además, se midió la excreción urinaria de 24 horas de calcio y fósforo. El Ca sérico no cambió significativamente antes, durante y después del reposo en cama, mientras que el P sérico aumentó después de 1 semana de reposo en cama y en el postoperatorio permaneció significativamente elevado. El AlkP sérico no aumentó con el reposo en cama, pero se elevó en el postoperatorio. La excreción de Ca en orina aumentó de 105,8 +/- 15,2 a 138,0 +/- 15,4 mg/24h tras una semana de reposo en cama, y se mantuvo elevada en el postoperatorio. Por el contrario, la excreción de P en la orina aumentó inicialmente de 495,1 +/- 65,0 a 610,8 +/- 87,7 mg/24h, y posteriormente disminuyó a un nivel significativamente inferior al del ingreso. Estos resultados sugieren que una semana de reposo en cama para los pacientes con fractura de cuello de fémur provocó atrofia y desmineralización ósea.