Radiología de la pierna del tenista
La estructura del tendón de cada participante se cuantificará mediante el porcentaje de los cuatro tipos de eco, tal y como describen Van Shie et al. [57]:Para cuantificar la estructura del tendón, se colocarán manualmente contornos alrededor del tendón de Aquiles en la vista transversal a intervalos regulares a lo largo de la longitud del tendón de Aquiles (desaparición del calcáneo hasta la unión musculotendinosa) [44]. El software UTC (UTC2010, UTC Imaging) interpola automáticamente entre los contornos para crear un volumen tridimensional donde se calculan las proporciones de cada tipo de eco. A continuación se calcula el porcentaje de ecos de tipo I + II (relacionados con la estructura) y de ecos de tipo III y IV (no relacionados con la estructura). A partir de estos datos se determinará el porcentaje de tendón normal (es decir, ecos de tipo I y II) [57].
Este ensayo fue financiado por una beca del Programa de Formación en Investigación del Gobierno Australiano de 2015 y una subvención de la Universidad de La Trobe Sport, Exercise and Rehabilitation Research Focus Area (SER RFA Grant Scheme). HBM es actualmente un Investigador Senior del Consejo Nacional de Salud e Investigación Médica de Australia (ID: 1135995). Los financiadores no tuvieron ningún papel en el diseño del estudio, la recopilación y el análisis de datos, la decisión de publicar o la preparación del manuscrito.
Tratamiento del desgarro del gastrocnemio
A pesar de su elevada incidencia y del gran desarrollo de la literatura, sigue habiendo controversia sobre el tratamiento óptimo de la rotura del tendón de Aquiles. Las diversas técnicas propuestas para tratar las roturas agudas pueden clasificarse esencialmente en: tratamiento conservador (inmovilización con yeso o férula funcional), reparación abierta, técnica mínimamente invasiva y reparación percutánea con o sin aumento. Aunque las roturas crónicas representan un capítulo diferente, el tratamiento ideal parece ser también quirúrgico (desbridamiento, transferencia de tejido local, aumento e injertos sintéticos). En este artículo revisamos la literatura sobre las lesiones agudas.
El tendón de Aquiles es el más fuerte y el más grande del cuerpo y normalmente puede soportar varias veces el peso corporal del sujeto. La rotura del tendón de Aquiles es frecuente y se ha demostrado que causa una morbilidad significativa e, independientemente del tratamiento, persisten importantes déficits funcionales un año después de la rotura aguda del tendón de Aquiles [1] y sólo el 50-60% de los atletas de élite vuelven a los niveles anteriores a la lesión tras la rotura [2].
Tiempo de recuperación del desgarro del sóleo
La creciente evidencia ha hecho evidente que la intervención temprana en pacientes con rotura del tendón de Aquiles afecta ampliamente al pronóstico. Esto requiere el uso de modalidades de imagen fácilmente accesibles, como la ecografía, para establecer un diagnóstico preciso de las tendinopatías, de modo que puedan tomarse decisiones terapéuticas tempranas. La ecografía permite evaluar los tendones en un entorno dinámico en tiempo real. Los médicos pueden interactuar con los pacientes y recibir información sobre la zona sintomática y evaluar el tendón desde diferentes ángulos mientras está sometido a tensión. También ofrece un método más rápido para diagnosticar la rotura del tendón de Aquiles y, por lo tanto, proporcionar una intervención temprana. Además, el ultrasonido es un método seguro, no invasivo y amigable para el paciente que se ha vuelto menos costoso, portátil y una modalidad de imagen más rápida para diagnosticar tendinopatías. En este artículo, revisamos la aplicación de la ecografía en el diagnóstico de la rotura del tendón de Aquiles y la comparamos con otras modalidades de imagen, tras estudiar a fondo la literatura actual.
Información de interés
Los desgarros del músculo de la pantorrilla (gastrocnemio) suelen producirse en atletas recreativos de mediana edad mientras realizan acciones que requieren una contracción enérgica del músculo de la pantorrilla (por ejemplo, baloncesto, carreras en cuesta, tenis, etc.). Los desgarros del músculo de la pantorrilla tienen síntomas similares y se producen por un mecanismo parecido al de las roturas del tendón de Aquiles. La diferencia es la localización de la lesión. Las roturas del tendón de Aquiles afectan al propio tendón de Aquiles y el dolor se localiza justo encima de la parte posterior del talón. Las roturas del músculo de la pantorrilla se producen más arriba, donde el vientre del músculo se une a la fascia (unión musculotendinosa). La figura 1 muestra la localización típica de cada lesión. Debido a las similitudes entre las lesiones, en el diagnóstico debe descartarse una rotura del tendón de Aquiles. El tratamiento de los desgarros del músculo de la pantorrilla no es quirúrgico. En la mayoría de los casos, el tratamiento inicial incluye la modificación de la actividad (limitando las actividades de carga muscular), el uso de una bota (Cam Walker) y el uso de muletas. A medida que el desgarro muscular se cura, se utilizan ejercicios de fisioterapia para recuperar toda la amplitud de movimiento y la fuerza muscular. Se puede esperar una mejora significativa en las dos primeras semanas, pero la recuperación completa puede tardar hasta 6-8 semanas. Pueden pasar muchos más meses hasta que se recupere la masa muscular de la pantorrilla que se había atrofiado (debilitado) por falta de uso.