Visszajelzés
pregunta Betty: He leído sobre su filosofía de entrenamiento para correr por la respiración y el cuerpo, pero la respiración no es mi factor limitante. Mis piernas lo son. A veces puedo respirar con facilidad, pero mis piernas se sienten cansadas. ¿Tienes algún consejo? Gracias. -Betty
Entrena con el flujo de tu vida. Algunos corredores pueden sufrir en su rendimiento si entrenan por ritmo en lugar de por lo que su cuerpo les dice en ese día. Por ejemplo, sales a correr a tu ritmo normal de 10 minutos por kilómetro, pero estás cansado de viajar, no has comido bien y no has dormido, así que tu ritmo de 10 minutos te parece un esfuerzo moderado y retrasa tu recuperación. Si sigues entrenando por ritmo, puedes tener las piernas cansadas: tu respiración está bien, pero tus piernas son incapaces de llevarte más rápido debido a la fatiga. Cuando entrenas por esfuerzo y sensación, acabas corriendo los días fáciles con calma para poder correr los días difíciles con más fuerza. Algunos días tus días duros pueden ser a un ritmo más lento debido al flujo de tu vida, mientras que otros días pueden ser más rápidos de lo que nunca habías imaginado. Cuando dejas que el ritmo sea el resultado de la carrera, te abre a entrenamientos de mayor calidad que te permiten entrenar más duro y recuperarte más fácilmente.
Comprobación de los síntomas de la boya
No debemos aceptar las caídas como una parte normal del envejecimiento. Es cierto que a medida que envejecemos aumentan nuestras posibilidades de sufrir una caída, pero las caídas están causadas por una serie de factores de riesgo que pueden afectar a una persona de cualquier edad.
Un factor de riesgo es algo que aumenta las posibilidades de desarrollar un problema, una enfermedad o una lesión. Los factores de riesgo relacionados con la salud y el bienestar, las actividades y el entorno pueden contribuir a una caída.
Las caídas suelen estar causadas por la interacción de varios factores de riesgo. Cuantos más factores de riesgo tenga, mayor será el riesgo de caídas. La prevención de las caídas consiste en reconocer y, en la medida de lo posible, tomar medidas para reducir el riesgo.
Si es usted propenso a sufrir desmayos, desvanecimientos o pérdidas de conocimiento, tiene un alto riesgo de sufrir una caída. La pérdida de conocimiento puede deberse a varias causas, como problemas con el ritmo y la frecuencia cardíaca causados por trastornos como:
Los problemas en los pies -como callos, durezas, juanetes, uñas encarnadas o gruesas y ulceraciones- y un calzado mal ajustado e inadecuado para la ocasión, también pueden aumentar el riesgo de caídas.
Debilidad en las piernas
Es una expresión idiomática, pero no expresa el cansancio en general, aunque puede implicarlo. En realidad, sólo se refiere a las piernas, ya que están debilitadas por alguna razón, pero no necesariamente debido al cansancio. Puede deberse a una enfermedad (por ejemplo, la edad) o incluso a la embriaguez.
Me gustaría preguntarte si las frases “Me flaquean las rodillas” y “me fallan las piernas” en general transmiten el mismo significado? El contexto que estoy utilizando es cuando alguien te golpea y tus piernas/rodillas son débiles y sientes que te vas a caer debido al golpe.
Me fallan las piernas y me caigo del momento
Si te caes intenta mantener la calma. Tómate tu tiempo para evaluar la situación, ya que puedes tardar unos minutos en sentir el dolor de las lesiones. Lo que hagas a continuación dependerá de si estás herido y de si eres capaz de levantarte sin ayuda.
Si tienes músculos débiles o articulaciones dolorosas y rígidas en las piernas, es posible que no puedas seguir estas instrucciones. En este caso, puedes considerar la posibilidad de adquirir una alarma comunitaria para saber que la ayuda estará siempre disponible. Más información sobre los servicios de teleasistencia con la herramienta de autocomprobación de teleasistencia
Para mejorar tu confianza y tu técnica, es conveniente que practiques cómo levantarte de una caída en distintas habitaciones de tu casa y utilizando distintos tipos de muebles resistentes para apoyarte. Por su seguridad, pida a un amigo o familiar que le acompañe cuando practique.
Llevar siempre encima una alarma comunitaria, o un teléfono móvil, te ayudará a pedir ayuda cuando la necesites. El teléfono móvil debe estar cargado y encendido en todo momento. Se puede programar en el teléfono un número al que llamar en caso de emergencia.