Porque cuando tomo coca-cola me duele el pecho

por | diciembre 31, 2022

Por qué me duele el pecho

No es suficiente que los refrescos y otras bebidas azucaradas se hayan relacionado con la caries y el aumento de peso, entre otras consecuencias negativas para la salud. Ahora llega un estudio que sugiere que la ingesta diaria de refrescos puede elevar el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. Según el estudio, publicado en la revista de investigación Circulation, una publicación de la Asociación Americana del Corazón, los participantes en el estudio que tomaban la mayor cantidad de bebidas azucaradas a diario tenían un 20 por ciento más de riesgo de padecer una enfermedad coronaria en comparación con los participantes que bebían menos. La cardiopatía coronaria, también llamada enfermedad de las arterias coronarias, se caracteriza por un estrechamiento de los pequeños vasos sanguíneos que conducen al corazón. El resultado: una disminución del suministro de sangre y oxígeno al corazón, que puede causar dolor en el pecho, falta de aire e incluso un ataque al corazón.

Por cierto, si cree que beber refrescos dietéticos le sacará de apuros en lo que respecta a los riesgos para la salud, piénselo de nuevo: Un estudio reciente publicado en el Journal of General Internal Medicine sugiere que el consumo diario de refrescos dietéticos (frente a no consumir ninguno) aumenta el riesgo de sufrir un evento vascular, como un ictus, un infarto de miocardio o incluso la muerte por causas vasculares, en un enorme 43%. Así que abandone los refrescos y otras bebidas azucaradas y piense en algo natural y sin azúcar: té o el viejo recurso, el agua.

Dolor en la parte superior del abdomen izquierdo después de tomar un refresco

Puede que no se dé cuenta, pero si tiene daños en los pulmones o afecciones como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), su salud puede verse afectada por los efectos de las bebidas gaseosas en los pulmones. Antes de abrir su próximo refresco, le explicamos por qué debería evitar las bebidas carbonatadas.

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Si toma bebidas carbonatadas como refrescos o seltzer, quizá le sorprenda saber que esas bebidas figuran en la lista de la Asociación Americana del Pulmón (ALA) de cosas que debe evitar si tiene afecciones pulmonares como el asma.

Según la ALA, estas bebidas burbujeantes provocan gases, lo que puede dificultar la respiración, causando opresión en el pecho o incluso desencadenando un brote de asma. Por lo tanto, según la ALA, aunque no existe una dieta específica para el asma, si se padece la enfermedad, se deben evitar los desencadenantes dietéticos que provocan gases, como la carbonatación (así como los alimentos fritos y los alimentos como la cebolla, el ajo y las judías).

El doctor Jorge M. Mercado, de Brooklyn, Nueva York, jefe de sección asociado de Medicina Pulmonar, de Cuidados Críticos y del Sueño en el Hospital Langone de la NYU, añade la inflamación a ese inventario de razones por las que es conveniente evitar estas bebidas para la salud pulmonar.

Dolor en el pecho después de beber coca-cola zero

Como los refrescos no tienen ningún valor nutricional, las calorías que consumes -unas 140 calorías por lata- son todas calorías vacías, que contribuyen al aumento de peso. Y no creas que los refrescos dietéticos son la solución: los estudios demuestran que cambiar a refrescos bajos en calorías o sin calorías no supone una pérdida de peso.

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Se sabe que el ácido de los refrescos erosiona el esmalte de los dientes y favorece la aparición de caries. En un estudio, se demostró que los dientes expuestos a los productos de refresco más populares durante 48 horas perdían un 5% de su peso, lo que llevó a algunos investigadores a comparar los refrescos con el ácido de las baterías.

Una lata media de refresco contiene más de 40 gramos de azúcar, el equivalente a 10 cucharaditas de azúcar. Y el azúcar de la mayoría de los refrescos procede del jarabe de maíz de alta fructosa, que es más difícil de metabolizar que el azúcar normal.

Una lata de refresco puede parecer que quita la sed, pero la cafeína que contienen la mayoría de las bebidas populares es un diurético, que puede causar deshidratación. Los altos niveles de sodio y azúcar de los refrescos también pueden contribuir a la deshidratación. Además, cuando beber refrescos se convierte en un hábito habitual, muchas personas acaban sustituyendo la ingesta de agua vital por el consumo de refrescos.

Comentarios

Una nueva investigación se suma a las crecientes evidencias que relacionan una dieta alta en azúcar con las enfermedades del corazón. Un informe publicado el 16 de abril de 2016 en la revista American Heart Journal descubrió que las personas que bebían al menos cinco refrescos azucarados a la semana eran más propensas a presentar signos tempranos de enfermedad cardíaca que las personas que bebían menos de un refresco semanal.

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El estudio, en el que participaron más de 22.200 adultos (en su mayoría hombres) de Corea del Sur, se basó en cuestionarios sobre la dieta y escáneres de calcio de las arterias coronarias. Estas pruebas, que miden las motas de calcio en las arterias del corazón, se utilizan para evaluar el riesgo de enfermedades cardíacas. Los investigadores ajustaron los resultados en función de posibles factores de confusión, como la edad, la presión arterial alta o el colesterol, y los antecedentes familiares de enfermedades cardíacas.

Los autores del estudio señalaron que sólo el 5% de los participantes eran consumidores frecuentes de refrescos. Esta cifra es muy inferior a la de Estados Unidos, donde alrededor de una cuarta parte de las personas beben más de un refresco de 12 onzas al día. Las bebidas azucaradas también se han relacionado con la obesidad y otros riesgos de enfermedades cardíacas.

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