Bultos en la nuca
Los tumores de la base del cráneo suelen crecer dentro del cráneo, pero a veces se forman en el exterior. Pueden originarse en la base del cráneo como un tumor primario o propagarse allí desde un cáncer en otra parte del cuerpo como un tumor cerebral metastásico.
El compartimento central de la base del cráneo (fosa craneal media) contiene la silla turca, una estructura ósea en forma de silla de montar en la base del cráneo donde se encuentra la glándula pituitaria. Los tumores que surgen en esta zona se denominan tumores de la silla turca y pueden incluir:
Los condromas son tumores benignos muy raros formados por cartílago óseo que se encuentran en el cráneo. Tanto la base del cráneo como los senos paranasales contienen cartílago. Los condromas pueden desarrollarse en este cartílago, normalmente en personas de entre 10 y 30 años.
Estos tumores crecen lentamente, pero con el tiempo pueden hacer que el hueso se fracture o crezca demasiado, creando presión sobre el cerebro. En raras ocasiones, los condromas pueden convertirse en una enfermedad cancerosa denominada condrosarcomas.
Los encefaloceles son protuberancias en forma de saco de parte del cerebro y las meninges a través de aberturas en el cráneo. Estos raros defectos de nacimiento se producen cuando el tubo neural, en el que se forman el cerebro y la médula espinal, no se cierra completamente durante el desarrollo fetal. La piel o, con menos frecuencia, una fina membrana, cubre el saco fuera del cráneo.
Ganglios linfáticos
Los bultos detrás de la oreja pueden aparecer por diferentes motivos. Aunque la mayoría de los bultos son relativamente benignos, a veces pueden ser un signo de una enfermedad más grave. Los bultos detrás de la oreja pueden ser duros o blandos. Algunos pueden ser sensibles al tacto, mientras que otros son indoloros. Examinemos algunas de las causas de los bultos detrás de la oreja, así como los posibles tratamientos y cuándo acudir al médico.
Los bultos detrás de la oreja suelen estar causados por resfriados, gripe, faringitis estreptocócica o infecciones respiratorias. Esto se debe a que una infección puede hacer que los ganglios linfáticos de detrás de las orejas se hinchen e inflamen. La mayoría de las veces, los ganglios inflamados no son motivo de preocupación. Es probable que desaparezcan por sí solos o que, si están causados por una infección bacteriana, se traten fácilmente con antibióticos. El médico también puede recomendar analgésicos de venta libre para cualquier molestia. Puede encontrarlos fácilmente en Smith’s Drug Store o en otra farmacia local.
Una infección grave que puede causar un bulto detrás de la oreja es la mastoiditis. La mastoiditis es una infección bacteriana que afecta al hueso mastoideo detrás de la oreja. Suele producirse cuando una infección en el oído medio se deja sin tratar y se extiende. Aunque es más frecuente en niños pequeños, la mastoiditis puede producirse a cualquier edad. Los síntomas de la mastoiditis son:
Grano detrás de la oreja
Antes de que el médico tome la biopsia, se suele aplicar un anestésico local para adormecer la zona y que no duela. Las biopsias del oído medio pueden ser difíciles de realizar. Por eso, en esta situación, es posible que se le aplique una anestesia general.
El médico puede sugerirle que se someta a una prueba de audición antes de recibir el tratamiento. Se trata de comprobar si puede oír en el otro oído (el que no está en tratamiento). A veces se puede perder la audición en el oído tratado. Por lo tanto, es posible que necesite un audífono para el otro oído si su audición no es muy buena.
Ganglios linfáticos inflamados
¿Cómo sé qué tipo de bulto es? Si el bulto es blando, indoloro y se mueve al tocarlo, es probable que sea un lipoma o un simple quiste cutáneo. Si es doloroso al tacto, o sensible en general, puede tratarse de un absceso o de un punto o quiste infectado. Si hay otros síntomas, como fiebre, dolor de cabeza o malestar general, es probable que se trate de una infección. ¿Cuándo hay que acudir al médico? Aunque la mayoría de los bultos detrás de la oreja son completamente inofensivos y se resuelven en unas semanas sin tratamiento, hay que acudir al médico si se da lo siguiente: el médico suele diagnosticar el bulto mediante un simple examen y prescribir un tratamiento, por ejemplo con antibióticos, si es necesario. En ocasiones, un bulto puede requerir una investigación más profunda y se puede tomar una muestra del mismo (una biopsia) o se pueden realizar pruebas de imagen como radiografías y resonancias magnéticas.