El chocolate es bueno para el hígado
Si conoces las opiniones de Clean Eating sobre el cacao, sabrás que somos grandes fans de este producto. Y parece que el investigador principal de este estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania, el profesor de Ciencias de la Alimentación Joshua Lambert, está de acuerdo. El cacao en polvo, que se utiliza habitualmente para hacer chocolate, está lleno de fibra, hierro y fitoquímicos relacionados con beneficios para la salud. En un novedoso estudio, Lambert y su equipo descubrieron que la suplementación dietética de cacao en polvo tenía un efecto positivo sobre la enfermedad del hígado graso.
En el estudio participaron ratones alimentados con mucha grasa, que han demostrado ser modelos precisos de la obesidad en humanos. La enfermedad del hígado graso no relacionada con el alcohol está fuertemente asociada a la obesidad. Durante ocho semanas, estos ratones fueron alimentados con una dieta suplementada con 80 mg de cacao en polvo por cada gramo de comida normal. A lo largo del estudio, los científicos controlaron los cambios en la enfermedad del hígado graso, los marcadores de estrés oxidativo, la respuesta antioxidante y el daño celular. Cabe destacar que el estudio se realizó con productos de cacao disponibles en el mercado a una dosis fisiológicamente alcanzable. Esto significa que el experimento puede repetirse fácilmente en humanos.
¿Es el chocolate malo para el hígado graso?
El chocolate negro puede ayudar a contrarrestar el estrés oxidativo en la enfermedad del hígado graso, según un estudio. Investigadores italianos de la Universidad de la Sapienza de Roma han descubierto que los polifenoles contenidos en el chocolate negro podrían frenar la progresión de la enfermedad en la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA).
¿Qué pasará si comes demasiado chocolate?
Además, el chocolate tiene un alto contenido de azúcar y grasas saturadas. Es un alimento muy energético (con muchas calorías), y su consumo excesivo puede provocar un exceso de peso, un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares.
¿Qué pasa si como chocolate todos los días?
¿Qué pasa si comes chocolate todos los días? El chocolate tiene muy mala prensa por su alto contenido en grasas y azúcares. Su consumo podría estar relacionado con el acné, la obesidad, la hipertensión, las enfermedades coronarias y la diabetes.
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Si padece una enfermedad del hígado graso, debe procurar consumir alimentos que le ayuden a reducir la grasa en el hígado. Entre ellos se encuentran las frutas y verduras frescas, las grasas saludables, los hidratos de carbono complejos y los alimentos ricos en antioxidantes.
Los hidratos de carbono complejos, como la avena y otros cereales integrales, que liberan energía lentamente, son buenos para el hígado graso porque ayudan a mantener el peso bajo al ayudar a sentirse satisfecho durante más tiempo. Y mantener un peso saludable puede ayudar a eliminar la grasa del hígado y mejorar el hígado graso.
Comer pequeñas cantidades de grasas saludables, como las que se encuentran en los frutos secos y el pescado azul, también puede ayudar a combatir el hígado graso, ya que tienen un alto contenido en ácidos grasos omega-3, que también se cree que ayudan a reducir la grasa del hígado.
Las semillas de girasol son una gran fuente de vitamina E, con 19,6 miligramos (mg) por cada 100 g, lo que supone más de 4 veces la cantidad de vitamina E que necesita un adulto medio al día. Y es importante consumir suficiente vitamina E si tienes hígado graso, porque muchos estudios han demostrado que tomar vitamina E mejora la función hepática y los resultados de las personas con hígado graso en fase inicial.
El mejor chocolate negro para el hígado
Puede que no le des mucha importancia, pero tu hígado trabaja duro las 24 horas del día para mantenerte en funcionamiento y sano. Pueden surgir varias complicaciones y problemas graves cuando no se cuida adecuadamente. Algunas de las principales funciones del hígado son digerir los alimentos consumidos y filtrar las toxinas del cuerpo. Tu cuerpo está hecho de lo que comes. Debes intentar consumir alimentos que sean buenos para una vida sana y evitar los que puedan dificultar su funcionamiento o hacerle trabajar más.
El café, las frutas y verduras frescas, los copos de avena, el té verde con moderación (1-2 tazas al día), las bayas, los huevos, las nueces y las uvas nutren el hígado y lo hacen saludable. Pero, ¿conoces los alimentos malos para el hígado? Sigue leyendo para saber más sobre estos alimentos.
Está bien consumir una pequeña cantidad de bebida gaseosa de vez en cuando, pero su consumo regular puede empezar a dañar tu hígado y podría llevar al desarrollo de varias complicaciones hepáticas. Aparte de esto, el consumo excesivo de refrescos es también una de las principales causas de aumento de peso y obesidad en las personas. Y la obesidad puede afectar a tu hígado aumentando la acumulación de grasa en el hígado (hígado graso). Además, los refrescos ofrecen una combinación mortal de azúcar y carbohidratos refinados (también llamados calorías vacías) que son perjudiciales para la salud del hígado.
El chocolate con leche es malo para el hígado
Según el Centro del Hígado de la Universidad de Saint Louis, uno de cada diez estadounidenses se ha visto afectado por problemas hepáticos. Más bien, estas personas padecen la enfermedad porque comen en exceso y suelen tener sobrepeso. Sheila Connolly, de Plymouth, descubrió que su hígado había quedado marcado por años de comer en exceso, una enfermedad que se denomina comúnmente hígado graso no alcohólico. “No se me había ocurrido pensar que tenía una enfermedad hepática porque no era bebedora, y nunca lo he sido”, explica.
“Cuando salía a la calle, tomaba cosas malas, como el chocolate, y he luchado con mi peso toda mi vida. He probado todas las dietas que se puedan imaginar. Pero siempre tenía al menos 36 libras de sobrepeso. La enfermedad hepática comienza cuando la grasa se deposita en el hígado, ya sea por beber o comer en exceso, y normalmente no presenta síntomas. “El sobrepeso favorece la progresión de la enfermedad hepática, ya que los altos niveles de grasa visceral -almacenada alrededor de los órganos abdominales- liberan ácidos grasos y otras sustancias inflamatorias que dañan aún más las células del hígado”, afirma el profesor Massimo Pinzani, especialista en hígado y director del Instituto de Salud Hepática y Digestiva del University College de Londres.