Dolor tuberosidad isquiática
Las personas que llevan un estilo de vida sedentario son propensas a experimentar dolor en los huesos del asiento, y una de esas afecciones que se ha vuelto cada vez más común entre ellas es la bursitis isquiática. Los huesos de la cintura se refieren a la parte inferior de la pelvis, y su función principal es ayudar a absorber el peso mientras se está sentado.
La bursitis isquiática es una condición médica que causa dolor en los huesos del asiento. Se suele diagnosticar en personas que pasan mucho tiempo sentadas en superficies duras. La mayoría de los casos de bursitis isquiática mejoran cuando se interrumpe la actividad que provoca el dolor, aunque los problemas pueden reaparecer en determinadas circunstancias.
La inflamación de las bursas se conoce como bursitis. Las bursas son pequeños sacos llenos de líquido que se encuentran en muchas partes del cuerpo, más concretamente en el espacio entre los músculos, huesos, tendones y articulaciones.
La bursa isquiática, un saco lleno de líquido que se encuentra entre la tuberosidad isquiática (la mitad inferior del hueso en forma de V que ayuda a la formación de la pelvis) y los tendones que conectan el músculo isquiotibial con el hueso, puede experimentar irritación o inflamación cuando has estado sentado durante demasiado tiempo. La bursitis isquiática, comúnmente conocida como fondo de tejedor o asiento de sastre, se refiere a la inflamación en esta zona.
¿Cómo se alivia el dolor de los isquios?
Puedes probar con un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) de venta libre, como el naproxeno o el ibuprofeno, para aliviar la inflamación. También puedes probar a hacer algunos estiramientos suaves. Túmbate boca arriba con cojines bajo la cabeza y las caderas con la pierna afectada doblada, con la rodilla apuntando hacia arriba.
¿Qué causa el dolor isquiático?
Las lesiones o el uso excesivo pueden hacer que la bursa se inflame, se hinche y duela, una afección denominada bursitis. La bursitis isquiática puede producirse por estar sentado durante mucho tiempo sobre una superficie dura, por un traumatismo directo en la zona o por una lesión en el músculo o el tendón de los isquiotibiales debido a actividades como correr o montar en bicicleta.
Bursitis isquiática
El dolor de la bursitis isquiática es un dolor en la parte del hueso pélvico (tuberosidad isquiática) sobre la que nos sentamos. No debe confundirse con el cóccix, que se encuentra en la base de la columna vertebral. El dolor isquiático se refiere al dolor del hueso pélvico que se encuentra debajo de los músculos de las nalgas (glúteos).
La bursitis isquiática describe la inflamación de la bolsa llena de líquido que se encuentra en la parte inferior de la tuberosidad isquiática. A menudo surge como resultado de la sobrecarga de los músculos isquiotibiales debido a una actividad excesiva o prolongada o por estar sentado. Otras causas son los deportes que implican aceleraciones rápidas, patadas y movimientos extremos de la cadera, como la danza, ya que suponen una carga importante para los tendones de los isquiotibiales.
El dolor se siente directamente sobre la tuberosidad isquiática en la zona inferior del glúteo. Algunos individuos pueden sufrir un dolor que se irradia hacia los músculos isquiotibiales en la parte posterior del muslo. Los síntomas se agravan al sentarse, lo que ejerce una presión directa sobre los huesos del asiento, y también con actividades que implican el estiramiento o la contracción de los músculos isquiotibiales, como subir escaleras, ponerse en cuclillas o practicar deportes que implican aceleraciones rápidas y movimientos de patada.
Ejercicios para el dolor isquiático
La bursa isquiática se encuentra entre el músculo isquiotibial y la tuberosidad isquiática de la pelvis en la zona de los glúteos. Esta zona soporta el peso del cuerpo cuando se está sentado. La articulación de la cadera es una de las más grandes del cuerpo. Está compuesta por una articulación ósea (contiene hueso). La cadera está construida para soportar el peso y el movimiento en varios planos diferentes. La estabilidad de la articulación de la cadera proviene de la cápsula, los ligamentos, los músculos y un tejido cartilaginoso llamado labrum. Hay cuatro bursas que rodean la articulación de la cadera. Una bursa es un saco lleno de líquido que reduce la fricción entre los tendones, y entre los tendones y el hueso. La bursa más comúnmente lesionada es la bursa trocantérica. Las cuatro principales bursas de la cadera son:
Intervenciones de fisioterapiaLos fisioterapeutas son profesionales, formados y entrenados para administrar intervenciones. Tal y como se define en la Guía de la Práctica del Fisioterapeuta, las intervenciones son el uso hábil e intencionado de métodos y técnicas de fisioterapia para producir cambios coherentes con el diagnóstico, el pronóstico y los objetivos del paciente o cliente. La fisioterapia para la bursitis de cadera debe ser conservadora al principio para no agravar la afección. Se hará hincapié en el reposo, la reducción de la inflamación y el aumento de la circulación sanguínea para la curación. Una vez reducida la inflamación inicial, se iniciará un programa de estiramientos y fortalecimiento funcional para restablecer el movimiento completo y mejorar la fuerza para reducir los desequilibrios y la tensión en los tendones y la bursa isquiática de la articulación de la cadera.
Bursitis isquioglútea: resonancia magnética
La historia “Jake llegó a mi clínica con 31 años, mucho más joven que la mayoría de mis pacientes. A los 17 años sufrió una fractura de la tuberosidad isquiática mientras jugaba al fútbol. Desgraciadamente, la fractura no se pudo unir, por lo que se le colocó una placa. En el postoperatorio experimentó dolor en la cadera y el muslo derecho que se irradiaba a la pantorrilla, y que ha ido evolucionando a lo largo de los años. Acudió a mi clínica porque este dolor se había vuelto insoportable, impidiéndole conducir, subir cuestas y sentarse. Jake tenía muchas ganas de volver a sus actividades diarias normales, así que investigamos su dolor más a fondo”.
En el examen de investigación, Jake tenía una marcha normal. Los síntomas se presentaban en el lado derecho, y empeoraban con la rotación interna y la aducción. No había rasgos neurológicos en la exploración, con buen tono, potencia y sensación normal.
El planSe planeó retirar la placa y el callo circundante, remodelando la tuberosidad isquiática (en función de la inserción de los isquiotibiales). A continuación, planeamos realizar una neurolisis del nervio ciático para intentar evitar el dolor continuo. Sabíamos que esta operación iba a ser muy compleja, así que planeamos realizarla como un procedimiento combinado con la ayuda de un cirujano de nervios periféricos. Para ayudarnos en la resección ósea, realizamos un TAC de la pelvis de Jakes para crear un modelo 3D de su hemipelvis, incluyendo el callo adicional y la placa metálica del isquion. A continuación, elaboramos un plan sobre la mejor manera de eliminar el hueso y la placa adicionales sin dañar el nervio cercano. A partir de este plan, diseñamos un instrumental específico para el paciente que nos sirviera de guía para realizar la osteotomía. Esta guía se diseñó para situarla en la anatomía isquiática de Jake, fijarla en su sitio y utilizarla para conseguir el corte perfecto.