¿Por qué mienten los niños?
La mayoría de los padres opinan que la razón por qué mienten los niños es para conseguir lo que quieren, para librarse de los problemas o para evitar hacer algo que no quieren. Todas estas son motivaciones típicas. Sin embargo, es posible que los niños no digan la verdad por otros motivos.
Para examinar un comportamiento novedoso
Los niños mienten cuando tienen un pensamiento novedoso. Para ver qué pasa, lo ponen a prueba. ¿Qué pasa si mientes sobre este tema, te preguntan? ¿Cómo actuará? ¿Qué puedo sacar de ello? ¿Qué puedo sacar de ello?
-Para aumentar la confianza y ganar aceptación
Los niños que carecen de confianza en sí mismos pueden contar historias grandiosas en un esfuerzo por aumentar su autoestima y hacerse parecer más especiales, talentosos o notables a los demás.
Para desviar la atención de uno mismo
Los niños con ansiedad y depresión pueden exagerar sus síntomas en un esfuerzo por desviar la atención de sus condiciones. Pueden decir cosas como “No, anoche dormí bien” o “No, no, no tengo ninguna preocupación” en un esfuerzo por restar importancia a sus problemas.
-Hablar sin pensar
Pueden ser impulsivos y mentir. La impulsividad es una característica del tipo impulsivo. TDAH Antes de pensar, hablan. Esto explica por qué se encuentran frecuentemente con el problema de la mentira. En ocasiones, los niños dicen mentiras después de creer que han hecho algo. A veces simplemente se olvidan.
También hay mentiras blancas.
Los padres pueden instar a sus hijos a decir mentiras piadosas en situaciones concretas para no herir los sentimientos de alguien, lo que sólo sirve para enredar más las cosas. Las habilidades sociales incluyen cómo decir una mentira piadosa y cuándo hacerlo.
Qué pueden hacer los padres para evitar las mentiras
Es fundamental pensar en por qué la gente dice mentiras.
Engaño de nivel 1
Cuando se dicen mentiras para llamar la atención, es mejor ignorarlas. Es preferible declararlo en lugar de limitarse a decir “Eso no es cierto”. Aconseja a los padres desviar suavemente el debate de las palabras airadas hacia algo más objetivo. Puedes descartarlas y desviar la conversación hacia algo más fáctico si afirman: “He metido 10 goles en el recreo de fútbol y todos me han puesto a hombros y ha sido fantástico”.
Engaño de nivel 2
Si esto no funciona, los padres pueden reprenderles suavemente. Cuando un niño cuenta un cuento como éste, los padres pueden corregirlo suavemente.
Engaño de nivel 3
Si la infracción es más grave, como que un niño mayor mienta sobre su paradero o sobre si ha hecho los deberes, los padres pueden plantearse aplicar una consecuencia. Es importante tratar este tipo de engaño con seriedad. Habrá repercusiones. Como ocurre con otras repercusiones, no debería tener un efecto duradero. El niño tiene la oportunidad de seguir adelante y practicar cómo actuar de forma más apropiada como resultado. Por ejemplo, no tener su teléfono durante una hora o tener una tarea que hacer.
Dependiendo de la gravedad de las mentiras, también debe haber un componente para manejarlas. Debe haber una consecuencia si un niño afirma que no ha tenido deberes durante la semana, pero sus padres se enteran más tarde de que en realidad ha tenido deberes todos los días. También debe tomar asiento y terminar todo. Se le puede disciplinar tanto por mentir como por pegar realmente a otro niño. Se le pedirá que se disculpe por escrito por haber pegado a otro niño.
Consejos para evitar que tus hijos mientan
Decirles la verdad es preferible a sufrir las consecuencias.
Los padres pueden pedir a sus hijos que llamen al 911 si se descubre que han consumido alcohol en una fiesta. Los jóvenes deben entender las consecuencias de la bebida. Debe haber un cuidadoso equilibrio entre mantener una línea de comunicación abierta e imponer restricciones razonables cuando sea necesario. Cuando los padres administren la sanción, podrían felicitar al joven por ser honesto y afirmar que eso les hace más fiables. Podrían pensar en acortar el castigo diciéndole a su hijo que sólo se le permitirá usar el teléfono durante unos días, en lugar de una semana entera. Los niños y adolescentes no deben pensar que los castigos son negociables. El niño comentará de vez en cuando: “Pero si te dije que era la verdad”, afirma el autor. Exhibirán la manipulación afirmando: “Simplemente hago esto para asegurarme de no volver a decirte la verdad”. En esta fase, los padres no deben rendirse.
Utilizar la comprobación de los hechos
Supongamos que un profesor informa a los padres de que su hijo no ha hecho los deberes asignados. Hay que permitir que el niño diga la verdad; es una idea fantástica. Los padres pueden aconsejar al niño que, si no le creen, salgan del aula, esperen diez minutos y vuelvan a preguntar. Puede cambiar de opinión o dar una respuesta diferente. No tendrá ningún problema.
Esto da a la niña la oportunidad de considerar las repercusiones y determinar si es preferible mentir o enfrentarse a ellas si le preocupa recibir un castigo o no quiere que sus padres se sientan decepcionados. Los niños que mienten constantemente no deberían utilizar este método.
Aplicar la estrategia del preámbulo.
Los padres pueden instar a sus hijos a decir la verdad. “Te voy a hacer una pregunta y quizá me digas algo que no quiero oír”, advierten los padres a sus hijos. Ten en cuenta que tu comportamiento no te define. Pase lo que pase, te adoran. “Así que te pido que me des una respuesta sincera”, decía el orador. Dar a los niños la oportunidad de pensar las cosas podría animarles a decir la verdad.
Dar a los jóvenes con TDAH más tiempo para pensar
Los niños con TDAH son más propensos que los niños normales a responder impulsivamente y a decir mentiras. Necesitan más tiempo para pensarlo antes de hablar. Cuando un profesor pregunta a un alumno si ha terminado una tarea, es frecuente que responda “sí” sin comprobar su trabajo. Debe aprender a tomarse su tiempo y revisar su trabajo a fondo.
¿Qué deben hacer los padres?
No arrinconar nunca a su hijo.
Cuando se le presiona, el niño puede mentirle. Los padres deben saber la verdad y discutirla con sus hijos. Un padre puede limitarse a responder: “Sé que no lo has hecho”, en lugar de preguntar a su hijo por sus deberes. Hablemos de por qué esto es una idea terrible.
Nunca llames a tu hijo mentiroso.
Acusar a un niño de mentir es un grave error. Puede empeorar los efectos del engaño original. “Mamá no me creerá”, piensa. Como resultado, se siente muy mal consigo mismo, y puede convertirse en una tendencia.
¿Qué significa exactamente que un niño mienta?
Los niños mienten ocasionalmente para llamar la atención, evitar la confrontación o aliviar la tensión. En ocasiones, pueden decir mentiras para ocultar un suceso embarazoso o negativo que les ha ocurrido. Para sentirse mejor, pueden intentar encubrirlo o inventarse una nueva historia. La edad y el desarrollo son otros factores.
¿Qué mentiras se cuentan los jóvenes?
Como tienen una teoría de la mente, los niños son capaces de mentir. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que los niños mentirán con más frecuencia si se sienten inseguros en casa, si sus padres les castigan o si hay desconfianza entre los miembros de la familia.
¿Qué debe decir a un niño que miente?
Intente determinar por qué su hijo miente. Puede intentar decirle a su hijo algo así como: “Eso nos parece una narración”, en lugar de reprenderle por mentir. De esto se desprende que es reacio a ser honesto. Puedes ser honesto.